sábado, 21 de julio de 2007

Inicios...


Nada. Absolutamente nada en la vida puede compararse con la experiencia de ser padre (o madre). Nada más conmovedor, nada más pleno, nada más bello. En estos 8 años que llevo al lado de mi hijo, del ser humano que más amo en este mundo, he podido aprender más de mi mismo que en los 30 años anteriores de vida.
En este blog iré escribiendo acerca de lo que para mí ha significado la bendición de entrar en un espiral de amor ascendente e infinito. Lleno de magia, de momentos luminosos, de preguntas y de cuestionamientos que me ayudan a seguir despierto, atento al flujo de la vida. Y, por sobre todas las cosas, a disfrutar de dicho fluir.

Lucas

1 comentario:

surubin dijo...

Todos quizás en algún momento nos toca ser padres..pero Madres usted jamás sabrá la sensación de plenitud y felicidad de la emoción de saber que tenemos un hijo y que salió de la Matríz.....uno no sabe como describir el momento sólo sentimos que las lágrimas brotan por sí solas.....y no és de pena..........